Valores olvidados hoy en dia,leyes Divinas omitidas y consecuentemente el fracaso.
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Las 4 Leyes del Matrimonio por blogtagtuc
...y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. 2 Tesalonicenses 2:10-12
Porque se levantarán falsos Cristos [ungidos], y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Mateo 24:24Pero este falso evangelio de idolatría y comunión con los demonios no se limita a aquellos que han cobrado fama gracias a la compra de espacios en la televisión o en el radio, sino también participan ahí los muchos ministros ignorantes que, influenciados y motivados por la fama y el dinero, irresponsablemente se lanzan a imitarlos.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. 1 Timoteo 4:1
¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta. Romanos 6:16 (Versión Nueva Traducción Viviente)
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 1 Corintios 10:12-14
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:8-10
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:13-23
"La doctrina de Jezabel". Jezabel sin duda ha representado el símbolo perfecto del adulterio espiritual y la apostasía. ¿Quién es Jezabel? Hija de Et-baal rey de los sidonios, sacerdotisa de Astarté y ferviente adoradora de Baal. Dotada de un enérgico carácter con el cual gobernaba a través de su marido el rey Acab, quien terminaba haciendo la voluntad de su mujer; llegando a construir para ella un templo y un altar en Samaria consagrados a Baal y una estatua para Astarté. Fue Jezabel quien dio muerte a todos los profetas de Jehová, y quien también se propuso dar muerte al profeta Elías. Su nombre ha sido símbolo de la falsa doctrina y apostasía. |
El Nuevo Testamento nos hace referencia también a una profetisa de nombre Jezabel (Quizás esta Jezabel es alegórica ó quizás fue real): "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos". (Ap. 2:20). Uno se asombra al ver como una mujer pudo tener tanta astucia y atractivo como para extraviar a los siervos de Dios en aquella iglesia. La iglesia toleraba a los nicolaítas y a esta líder cuyo objetivo prioritario era la inmoralidad sexual, y aquellos, se vieron demasiado involucrados con ella como para poder enfrentarse a la herejía. En la asamblea se había tolerado doctrinas impuras. ¿El resultado? La práctica de la fornicación y la idolatría. Lo más alarmante es que esto se hizo ante los ojos del liderazgo de aquella época. "Si la luz que había en ellos era tinieblas, ¡cuántas no serían las mismas tinieblas!" Así como la Jezabel del Antiguo Testamento había corrompido al pueblo de Dios con su perfidia así esta mujer enseñaba que los cristianos podían darse a estas prácticas sin pecar por ello. Quizás animaban a los creyentes a unirse a los gremios profesionales de Tiatira, aunque esto involucraba honrar al dios o la diosa del gremio y a participar en fiestas en las que se promovía el culto y el sacrificio a los ídolos. Indudablemente justificaba esta contemporización con el mundo sobre la base de que esto supuestamente impulsaría la causa de la iglesia. ¿No es esta la manera de pensar de muchos cristianos y ministros en la iglesia actual? Que en nombre del avance del reino de Dios fomentan toda clase de prácticas inmorales, mezclándose y haciéndose uno con el mundo. Diciendo que no hay pecado en dichas prácticas, mientras los fines sean que la "Iglesia crezca". Veamos una solemne advertencia en la Escritura: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas." (1 Ti. 4:3-4). Se profetiza un abandono general de la sana doctrina. El apóstol Pablo prevé un tiempo cuando la gente manifestará una repugnancia clara y evidente hacia la enseñanza saludable. Esta sana doctrina a través de la historia cristiana, siempre ha tenido que ver con tomar la cruz, la negación, la santidad y la separación con las cosas mundanas. Sin embargo, la Escritura nos advierte: "Se apartarán". Un apartarse voluntario de aquellos que enseñan la verdad de la palabra de Dios. Tendrán comezón de oír doctrinas placenteras y cómodas. Acumularán para sí maestros que para satisfacer su concupiscencia, sustituirán la verdad por doctrinas "novedosas" y "gratificantes", una doctrina llena de sensualidad y comodidad. Maestros que les dirán lo que ellos quieren oír.Doctrina de la prosperidad,confesion positiva,etc ¡Jezabel no ha muerto! Su espíritu sigue recorriendo iglesias y púlpitos, su doctrina sigue siendo seductora y agradable a los oídos. ¡Necesitamos discernimiento en las iglesias! ¡Necesitamos discernimiento en nuestros ministros! ¡Necesitamos aprender a discernir entre lo santo y lo profano, entre lo limpio y lo inmundo! ¡Necesitamos que Dios unja con colirio nuestros ojos para ver! Hay multitudes de pastores, maestros y evangelistas completamente seducidos bajo el encanto de la doctrina de Jezabel. Una doctrina falsa puede condenarte más fácilmente que todas las lujurias y pecados de la carne. Falsos predicadores y maestros están enviando más gente al infierno que todos los vendedores de drogas, lo alcahuetes y prostitutas juntos. Esto no es una exageración -yo lo creo-. Multitudes de ciegos y extraviados cristianos están cantando y alabando al Señor en iglesias esclavizadas por doctrinas falsas, miles están sentados bajo maestros que están enseñando la doctrina de demonios -y se apartan diciendo, "No fue esto maravilloso"-. El pueblo de Dios se está vendiendo a Satanás por todas partes entregándose ellos mismos en manos de maestros falsos y promotores de falsas doctrinas. Cuando oímos hablar de venderse a Satanás creemos que se refiere a los adictos y alcohólicos, prostitutas afligidas y de ateos que odian a Dios. No es así. Esto está sucediendo en la iglesia, en las reuniones de evengelio, en convenciones y en los grandes seminarios de enseñanza. La marca de un cristiano seducido es que es "llevado de un lado para otro" buscando algo nuevo, diferente, una enseñanza extraña. La biblia advierte, "No os dejeis llevar de doctrinas diversas y extrañas" (Heb. 13:9). No sean llevados hacia allá y hacia acá, de un lado hacia otro. Pero hay otros que Sus oídos siempre tienen comezón de oir algo nuevo, algo sensacional, algo de entretenimiento, algo placentero a la carne. Los tenemos en nuestra iglesia en Times Square -callejeros, plantas rodantes humanas que pasean los vientos de doctrinas-. Esta clase de personas no regresan porque rehusamos rasguñar oídos que tienen comezón. Ellos quieren ser acariciados, no reprobados. Así es que ellos regresan hacia sus maestros -los sosegadores, los felices pensadores positivos-. Ellos se parecen a los atenienses que "pasaban su tiempo en ninguna otra cosa sino en decir o en oir algo nuevo" (Hch. 17:21). Pablo advirtió a Timoteo, "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Tim. 4:3) LA DOCTRINA DE CRISTO La marca de un creyente maduro es un rechazo a ser "fluctuante, llevado por doquiera por todo viento de doctrina…" (Ef. 4:14). Tales creyentes no pueden ser manipulados por ningún maestro. Ellos no necesitan correr de un lado a otro porque están bebiendo de la Roca. Ellos están creciendo en Cristo. Ellos se están danto un banquete en los verdes pastos. Ellos han circuncidado sus oídos y miden a cada maestro, cada doctrina, en la medida de cuanto se conforma a la santidad de Cristo. Ellos pueden discernir todas las doctrinas que son falsas, y son rechazadas al ser enseñanzas extrañas y nuevas. Ellos han aprendido de Cristo. Ellos no serán detenidos por la música, amistades, personalidades o milagros, sino por un hambre por la Palabra pura. Existen únicamente dos doctrinas. La doctrina de Cristo y la doctrina de Jezabel. Pablo dijo, "…para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador" (Tit. 2:10). ¿Cuál es la doctrina de Cristo? La gracia de Dios nos enseña que negando las perversas y mundanas lujurias, vivamos sobria, justa y piadosamente, en este mundo presente. (Tit. 2:11-12). La doctrina de Cristo te conformará a la imagen de Cristo. Ella expondrá cada pecado oculto y cada anhelo malo. ¿Está tu maestro reprendiendo con autoridad, hablando y exhortándote a abandonar el pecado y a quitar todos los ídolos como se instruye en Tito 2? ¿Estás aprendiendo a odiar el pecado apasionadamente? ¿O sales de la iglesia, no convencido aún profundamente? ¿Puedes dejar de adherirte a los pecados consentidos? El mensaje de la doctrina de Cristo es, "Limpiémonos de toda contaminación de carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios" (II Cor. 7:1). La doctrina de Cristo es una doctrina de piedad y santidad. "Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas" (I Tim. 6:3-4). Algunos nos dicen "mi maestro habla de santidad". Pero no me refiero exactamente a que use las palabras "santo" y "piadoso"; me refiero a predicarlo con toda autoridad. La predicación de la doctrina de Cristo te bendecirá, fortalecerá y te animará, pero también te convencerá tan profundamente de tal manera que ya no podrás acomodarte en ella y al mismo tiempo estar adherido a una lujuria secreta. |
“Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” Apocalipsis 2:6 /15 |
Al leer estos pasajes del Apocalipsis, la pregunta que surge es: ¿Cuál es la obra de los nicolaítas que tanto aborrece Dios? Hay algunos tratados que intentan sugerir que los nicolaítas eran una secta que estaba invadiendo a las iglesias cristianas con costumbres antinomianas y que profesaban el libertinaje. No obstante, muchos tratados históricos y responsables que han abordado este tema, descartan tal aseveración. Para entender la obra de los nicolaítas, es necesario en primer lugar definir el origen de la palabra. Nicolaíta proviene del griego NICO que significa dominio o conquista sobre otros y LAOS que significa pueblo, gente común o laico. De ahí podemos analizar la composición NICOLAOS que viene a ser algo así como DOMINIO SOBRE EL PUEBLO. En segundo lugar, es importante considerar el mensaje a las siete iglesia de Asia menor detallado en Apocalipsis capítulos 2 y 3. Históricamente se ha interpretado que el mensaje a las siete iglesias, denota el estado espiritual que ha vivido la iglesia a través de la historia, desde los apóstoles hasta la venida del Señor. La mención de los nicolaítas, Dios la hace en dos iglesias, Éfeso y Pérgamo. En el caso de Éfeso, es un reconocimiento al rechazo de la obra de los nicolaítas, pero en Pérgamo es una dura reprensión a acoger la doctrina de los nicolaítas. Esto nos permite inferir que en esa iglesia, se había consolidado aquella corriente de pensamiento. |
¿Cuál es la obra o doctrina de los nicolaítas? |
La carta a Éfeso representa el inicio de la iglesia desde el día de Pentecostés, mientras que la carta a Pérgamo nos muestra la decadencia espiritual de la iglesia. Éfeso significa “Deseada”, pero Pérgamo significa “Casamiento” La deseada iglesia de Cristo había decaído hasta llegar al punto de olvidar su compromiso con su Señor y definitivamente “contraer matrimonio” con otro. La pregunta que brota inevitablemente es ¿Con quien se casó la iglesia de Pérgamo? Para responder esta pregunta, es imprescindible considerar lo que El Señor le dice a esta iglesia: |
“Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás” (Apoc. 2:13) |
La Biblia es sumamente clara en precisarnos que el trono de satanás no esta en el cielo ni en el infierno, sino que en el mundo. El Señor Jesucristo lo dijo con plena claridad: |
“No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí” Juan 14:30 |
Considerando esto, ya podemos saber con quien se casó la iglesia de Pérgamo. Ella no considera que debe estar alejada del mundo y a salir de él. Ella mora en el mundo y mora donde esta el trono del mismo diablo. Pérgamo tipifica al compromiso que la iglesia asumió con el estado y con el mundo. Las convicciones se habían echado por tierra a fin de agradar al mundo por sobre los mandatos del Señor. Muchos ubican el período de esta iglesia aproximadamente por el año 320 dC en pleno gobierno de Constantino, quien por primera vez institucionaliza el concepto de césaro - papismo, osea la presencia de un líder político y religioso, que en la actualidad se conoce como papa. La obra y doctrina de los nicolaítas, consistió en jerarquizar a la iglesia, destruyendo el armazón horizontal, para levantar uno piramidal. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece El Señor. Así nace el clero ( Nico ) y el laicado ( Laos ). Una casta clerical con privilegios especiales, fuerte vínculo con el césar y un evidente dominio sobre el resto del pueblo (laicos) Los nicolaítas comenzaron a dividir al pueblo de Dios en dos grupos. Los Clérigos que eran personas “apartadas”, doctas, espirituales y con privilegios, y los laicos que correspondían al resto del pueblo. Desde aquel tiempo comienza esa estructura piramidal dentro de la iglesia, aún no teniendo asidero en las santas escrituras. La sencillez de la iglesia, se vio paulatinamente reemplazada por una institución organizada con jerarquías y con moldes seculares y paganos extraídos del romanismo. En otras palabras, era el nacimiento de la iglesia de Roma. |
La jerarquía y la Biblia |
Desde siempre la organización del hombre ha buscado una estructura piramidal. Recordemos la experiencia de la torre de babel (Génesis 11) o el de la misma solicitud del pueblo en el tiempo de Samuel, cuando se revela un desprecio por la teocracia y un anhelo por la monarquía según el molde mundano. La Jerarquía es un mal enquistado en el corazón del hombre. Es un molde conforme a la naturaleza pecaminosa. Así lo revela la necia solicitud de la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 20:20-28) ante lo cual nuestro Señor Jesucristo responde: |
“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” Mateo 20:25-27 |
Tal como lo declara nuestro Señor Jesucristo en el pasaje citado, la jerarquía produce un enseñoramiento y El no quiere eso de su pueblo. Las jerarquías son propias del hombre caído y no de la voluntad de Dios. A Dios jamás le han agradado las jerarquías, de ahí que su sentir frente a la doctrina de los nicolaítas es considerada como aborrecible. La revelación de la escritura nos muestra que el anhelo de Dios es estar en medio y no sobre su pueblo. Ciertamente el pecado lo arruinó todo; cuando Adán y Eva desobedecieron, se creó una gran brecha que mas tarde vino a eliminar nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo. Cuando observamos la casta sacerdotal en el antiguo pacto, parecería que Dios hubiera instituido una jerarquía eclesiástica. El sumo sacerdote era superior al sacerdote. Uno puede entrar al lugar santísimo, pero el otro solo hasta el altar del incienso. No obstante, debemos considerar que el sacerdocio nunca fue la imagen misma de las cosas conforme al pleno agrado de Dios, sino que sombras, emblemas y símbolos de lo que había de venir. Cristo terminó con eso, rasgando el velo del templo y abriendo el lugar santísimo para darle acceso directo a Dios, a cualquier pecador que transita por medio del sacrificio de la cruz del Gólgota. En el nuevo testamento, la instrucción de los ministerios y dones del Espíritu Santo expresados en las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios o Efesios, y lo dicho por el apóstol Pedro en su primera epístola, de ninguna manera enseñan la jerarquía en la iglesia, por el contrario, se enfatiza la igualdad de importancia en cada uno de los miembros de la asamblea. Es decir, se deja en claro que tanto el obispo como el que sirve a las mesas, tienen la misma importancia, y nos son parte de un escalafón jerárquico como lo vemos en la actualidad. Nuestro Señor Jesucristo lo enseñó con tanta precisión, veamos: |
“...aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo” Mateo 23:6-11 |
El texto es suficientemente. Dios no desea las jerarquías entre los hermanos. Los fariseos eran una casta que se arrogaba el privilegio de servir a Dios y de sentirse mejores o mas importantes que los demás. ¿ud conoce gente asi hoy en dia? Cristo condenó abiertamente aquella postura hipócrita y que no dista tanto de lo que pasa en la actualidad en la iglesia evangélica. Parece que pasajes tan categóricos como el citado, se han extinguido de los púlpitos así como por encanto. Hoy, el término “ministro” es como un grado jerárquico, y la feligresía actúa frente a los tales como si fueran algo así como seres angélicos. Esto es el legado del nicolaítismo. El clero por sobre los laicos. El apóstol Pedro, tan manipulado por la iglesia de Roma, jamás actuó como los “ministros” de la actualidad, menos como el papa del Vaticano. Recordemos como corrigió aquella recepción dada en la casa de Cornelio: |
“ Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre” Hechos 10:25-26 |
La actitud de Cornelio, es propia al de todo ser humano que no tiene conocimiento de Dios. Es la clásica actitud religiosa que pretende hacer “dioses” de los hombres. Desde tiempos remotos, el hombre ha elevado a los altares a individuos que han demostrado rasgos de piedad y de espiritualidad, y no me refiero exclusivamente a la iglesia de Roma, sino que a antiguas religiones y culturas paganas como el budismo, el zoroastrismo, el Islam, etc. etc. Lo triste e increíble, es ver que la iglesia evangélica también muestras aristas muy similares a esta costumbre humana y que Dios aborrece. |
La jerarquía dentro de la iglesia evangélica |
Muchos de los “ministros” de la iglesia actual no conforme con la herencia del nicolaítismo al dividir la membresía entre clero y laicos, han subdividido los ministerios en rangos jerárquicos. Por ejemplo, ahora el obispo es superior al pastor. Esto, no solamente es un insulto a la enseñanza bíblica, sino que un atentado al intelecto. En la Biblia, los términos anciano, pastor u obispo indican absolutamente el mismo oficio, y nunca expresan un rango jerárquico. Es una presunción anti bíblica enseñar que entre los ministerios existe un escalafón jerárquico. Esto revela la búsqueda de algunas personas vanidosas que desean estar sobre los demás. Es muy frecuente encontrar a conocidos pastores, y que ahora se proclaman obispos, como si aquello los elevara de rango. Veamos los que enseña Pedro al respecto: |
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros... Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros” 1Pedro 5:1-2 |
Las palabras de Pedro son exageradamente claras. Los ancianos u obispos (es exactamente lo mismo) no están sobre la grey como lo reclama el nicolaítismo, sino que “ENTRE” ellos. La función del pastor no es establecer una dictadura hegemónica e infalible, sino que servir entre los hermanos. Si aún no es suficiente este argumento, sigamos leyendo a Pedro: |
“no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” 1Pedro 5:3 |
La palabra señorío ya había sido advertida por el Señor Jesucristo en Mateo 20:25-27, y es una característica propia del mundo y no de la que debiera existir entre los hermanos. Recordemos la instrucción dada por Dios a Moisés respecto a la construcción del altar: |
“No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él” Éxodo 20:26 |
La palabra jerarquía denota una estructura escalonada y ascendente, que sitúa a personas u otras cosas en un orden según su importancia. El texto de Éxodo, nos revela que Dios prohíbe al hombre subir por gradas en su altar y elevarse por sobre los demás, porque lo único que quedará al descubierto es su desnudez. Es eso lo que justamente pasa cuando un individuo se pone por sobre sus semejantes; las deficiencias y bajezas quedan al descubierto. Cuando la lupa es fijada en los hombres, solo podremos observar imperfecciones, pero si la fijamos en la persona de Cristo, solo descubriremos impecable perfección. El nicolaítismo pretende eclipsar al único que debe estar sobre nosotros: a nuestro Señor Jesucristo. Las gradas son la clásica estructura de los templos evangélicos de la actualidad. Muy semejantes a las capillas y catedrales romanistas, exhiben imponentes altares y ostentosos sitiales (Luis XV) para el clero por sobre la altura de los laicos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es simple; es el legado del nicolaítismo dentro de la iglesia. |
El clero y sus distintivos especiales |
No conforme con la organización dividida entre el clero y los laicos, los seguidores del pensamiento nicolaíta, también incorporaron a sus formas, el uso de atuendos que los distinguían de los Laicos. Se instituye el uso de sotanas, pectorales y de cuello clerical al mas puro ejemplo de la iglesia de Roma. Ellos dicen que aquellas vestimentas los distingue como “siervos de Cristo”, pero en el fondo no es mas que una cómoda conservación de costumbres religiosas y a veces, una vanidosa satisfacción de sentirse distintos a los demás. Los fariseos ya tenían esta costumbre de distinguirse de los demás utilizando atuendos extravagantes, y justificaban aquella forma de vestir, interpretando literalmente pasajes de la torá. El Señor Jesucristo habló categóricamente al respecto: |
“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas..” Mateo 23:5- 6 |
Una vez:Alguien dijo: “No existe mas grande título para alguien, que el de hermano” No obstante, hoy el título de solo “hermano” no satisface, y los nombres deben ir precedidos por prefijos tales como reverendo, obispo, doctor u otro término que lo diferencie de los laicos. Lo curioso de todo esto, es que a las mismas membresías o “laicos”, pareciera que les fascinara esta forma de organización, pues de ellos mismos salen expresiones tales como: “mi obispo”, “mi pastor”, “ministro”, etc., etc., y sus comportamientos no distan mucho de lo que ocurre en el mundo católico. |
Por favor no mal interpretar |
Esta observación que es comprobada y avalada por la historia de la iglesia y también por hombres sencillos y fieles al Señor, no persigue el restar importancia a los ministros ni a los diversos ministerios. Por el contrario, nuestra convicción es que el cuerpo de Cristo que es la iglesia, se compone de miembros con diversas funciones, todas con el mismo valor y todas sometidas entre sí. Nadie es mas importante ni nadie es inferior a otro (1 Corintios 12:1-31). Los pastores cuidan el rebaño, los maestros enseñan, los evangelistas predican la buena nueva, los diáconos sirven, y todos se someten recíprocamente sin necesidad de que exista una jerarquía nicolaíta. El llamado es a reivindicar el sentir de la iglesia de Éfeso; aborrecer la obra de los nicolaítas y desaprobar el enseñoramiento de algunos que piensan que porque ejercen tal o cual oficio en las iglesia, son mayores que los demás. Esta reprobación y advertencia, ya estaba analizada en detalle por el apóstol Juan en su tercera epístola, veamos: |
“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” 3 Juan 9-10 |
Juan acusa categóricamente a este Diótrefes, revelando su altanería y soberbia osadía al pretender ponerse por sobre los demás. La iglesia de Cristo, siempre ha tenido que ver el surgimiento de hombres que luego de un tiempo se ensoberbecen e implantan una hegemonía destructiva y totalmente alejada de la voluntad de Dios. Esa es la repudiable actitud del nicolaítismo que tanto mal ha traído al pueblo de Dios. |
A manera de conclusión |
Finalmente, es necesario precisar una vez más que todo este breve estudio no tiene el propósito de fomentar el desorden o de restar importancia a los hermanos que nos presiden en nuestras asambleas o iglesias, eso sería algo inaceptable. El objetivo es informar acerca del origen extra bíblico del sistema nicolaíta y de cultivar en nuestras congregaciones la sencillez de la iglesia primitiva que tanto se ha perdido en la actualidad. Hoy existen muchos hermanos sinceros que derraman lágrimas por el trato arrogante de aquellos que se auto proclaman “los ungidos” en cuyas corporaciones existen estas jerarquías eclesiásticas tan aborrecidas por El Señor según lo ya tratado en este estudio. El deber del creyente que desea agradar a Cristo, es obedecer a los hermanos que nos presiden, a los pastores y líderes, pero aquello no tiene ninguna relación con defender la existencia de jerarquías dentro de la iglesia, aceptando castas clericales y grupo laicos en la membresía. Que Dios nos ayude a cultivar en nuestras congregaciones aquel sentir que hubo también en Cristo Jesús, es decir, considerar al otro, como superior a uno mismo (Filipenses 2: 3) y no teniendo mas alto concepto de sí, que el que debemos tener (Romanos 12:3) |