martes, 29 de noviembre de 2011

Doctrina de Jezabel en el siglo XXI

Veamos esta doctrina de demonios y comprobemos si tu estás en peligro de estar vendiéndote a Satanás. Existen tres marcas para distinguir la doctrina de Jezabel. Todas estas fueron encontradas en la Jezabel del Antiguo Testamento, la madre y la encarnación de las falsas doctrinas. Jesús dio a Jezabel un sinónimo de falsa doctrina. Es una doctrina que enseña que algo malo puede ser bueno, que lo profano puede ser puro.
Jezabel, en hebreo significa "casta, virtuosa, sin idolatría". Imagínate, la más impía, más idólatra, astuta y odiosa mujer en toda la Biblia llamada virtuosa, sin pecado. Algo muy malo es llamado bueno. Pero irónicamente, ¿es esto "casto (puro, honesto)"? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo se convirtió en casta? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Veamos a Acab. "Y reinó Acab hijo de hombre sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de hombre hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró" (I Re. 16:30-31). Acab significa "uno como padre" o "sellado con la naturaleza de su padre". Jezabel representa doctrina falsa y Acab es su víctima. La Biblia declara que no fue suficiente que Acab tuviera un corazón inclinado hacia el pecado, idolatría y conformidad al mundo. El trajo a su vida una influencia satánica, que lo confirmaría en su pecado. "A la verdad ninguno fue como Acab que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba" (I Re. 21:25).
El mensaje es que la tendencia de los cristianos quienes mantienen en secreto el pecado y la lujuria será para abrazar y llegar a casarse con una doctrina falsa la cual únicamente los excitará y confirmará en sus pecados. La última cosa que Acab necesitó fue una Jezabel. ¡Qué Peligroso! Ella sacó lo peor que había en él, lo magnificó y lo destruyó. Así es que esto ocurre con una falsa doctrina. Si hay algún pecado, lujuria o mundanalidad en ti, la última cosa que tú necesitas es una doctrina que saque lo peor que hay en ti. Cuando David pecó con Betsabé, el no tuvo necesidad de un falso profeta con un deleitante mensaje que le dijera que tanto lo amaba Dios. El tuvo necesidad de un profeta verdadero, Natán, con un dedo amenazador, que le dijera, "Tú eres el hombre". Aquellos que predican la doctrina de Cristo le enseñan a la gente la diferencia entre lo malo y lo bueno. No hay mezcla en sus labios. "Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio" (Ez. 44:23). Ezequiel denuncia a estos falsos profetas que se enriquecen a si mismos trayendo un mensaje que excusa el pecado. "Hay conjuración de sus profetas en medio de ella, como león rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron sus viudas en medio de ellos. Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos. Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas. Y sus profetas recubrían con lodo suelto, profetizándoles vanidad y adivinándoles mentira, diciendo: Así ha dicho Jehová el Señor; y Jehová no había hablado" (Ez. 22:25-28).
Como resultado de esto, tenemos una generación entera de muchachos confundidos que aún no pueden reconocer lo malo cuando lo están viendo. Los falsos profetas los han engañado. Ellos lo llaman bueno cuando se ven rockeros con el cabello morado, vestidos como sado-masoquistas, pavoneándose y girandosexualmente en el púlpito, tocando su "rock ‘n roll". A ellos se les ha dicho que el sexo fuera del matrimonio es bueno mientras tu estés enamorado y respetes a la otra persona. Los predicadores y maestros se han convertido en los más grandes defensores del pecado en la nación.



LA DOCTRINA DE JEZABEL PROMUEVE LA CODICIA

"Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te de a ti la heredad de mis padres. Y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama y volvió su rostro, y no comió. Vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, y no comes? El respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que si más quería, le daría otra viña por ella; y el respondió: Yo no te daré mi viña. Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel" (I Re. 21:3-7).
Escuchen la doctrina de Jezabel, "Tú eres rey. Número uno. Tú tienes derechos. No permitas que nadie te impida obtener lo que deseas". Ella le dijo a Acab, "Levántate. Alégrate. Regocíjate. Te la conseguiré yo". En pocas palabras éste es el evangelio de prosperidad. "No sudes. No te sientas triste o condenado por aquellos deseos que te están devorando. Los conseguiré para ti". Durante siglos la iglesia predicó sacrificio y censuró la codicia, llamando un pecado el ir tras las cosas materiales. Pero más adelante vino la doctrina de Jezabel diciendo, "Lo conseguiré para ti". Así como los métodos engañosos usados por Jezabel, estas doctrinas tuercen y mal emplean las Escrituras.
La más grande decepción en la iglesia moderna es el asunto de usar la Palabra de Dios para poner una señal de aprobación a la codicia. Aparentemente la doctrina de Jezabel funciona (ver I Re. 21:14-16). Logró que Acab obtuviera lo que él deseaba. El se posesionó de sus drechos porque cuando un hombre era apedreado por alta traición contra el rey, todos sus derechos pasaban a manos del rey. Nunca ha existido una pregunta por qué para muchos esta doctrina de prosperidad funciona. Como Acab, ellos están disfrutando sus posesiones. Pero Acab no pudo disfrutarla a causa de un molesto profeta de Dios. "Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria, he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. Y le hablarás diciendo: Así ha dicho el Señor: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre. Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante del Señor" (I Re. 21:17-20).
Imagínense a Acab caminando alrededor de su nueva posesión diciendo: "¿No es dulce la vida? Ah. Jezabel. Pueda que no esté de acuerdo con todos sus métodos, pero ella lo logró". Pero siguiendo cada una de sus pisadas está el profeta Elías. Acab se tambaleó impactado. El sabía lo que le esperaba. Su conciencia le dijo, "Me encontraste, enemigo mío".
Así ocurre hoy en día. Dios ha enviado profetas por toda la tierra, clamando en voz alta, confrontando la doctrina materialista de Jezabel, haciéndola tan incómoda como para que los cristianos disfruten de sus juguetes y adquisiciones. Ellos se han vendido. No pueden verlo, pero el pecado está detrás de todo esto. Cada vez que clamo en contra de la doctrina de la prosperidad siento el poder y el espíritu de Elías sobre mi. Ustedes van a escuchar exponer aun más y más esta doctrina de Jezabel. Por dondequiera, serán escuchadas voces proféticas fuertes y claras, clamando, "Pecado. Tu gozaste vendiéndote al pecado".



JEZABEL ODIA A LOS PROFETAS DE DIOS Y LAS PROFECIAS DIVINAS

"Acab dió a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había dicho, y de como había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos" (I Re. 19:1-2).
Los cristianos atados por la doctrina de Jezabel no tienen consideración alguna para los santos profetas de Dios. Ellos se sientan fríamente, como lo hizo Jezabel, inmóvil, mientras Acab le detallaba la milagrosaexhibición de la autoridad sobrenatural en el Monte Carmelo. Escuchen a Acab, "Pero Jezabel, tal vez necesitamos escuchar. Lo vi con mis propios ojos. Nuestros profetas danzaron y gritaron por horas, pero no había poder. Elías solamente habló la palabra de Dios y el fuego cayó. La gente inclinó sus rostros por todas partes arrepintiéndose. Ellos han dejado toda su idolatría. Dios envió un avivamiento de santidad". Pero Jezabel no estaba impresionada. Todo lo que esto hizo fue convertir su resolución en piedra.
Así sucede ahora. Los maestros de la doctrina de Jezabel y aquellos que como Acab son sus víctimas, no están abiertos a la convicción del Espíritu Santo, ni al mensaje de arrepentimiento y santidad. Ellos lo escuchan, y luego hacen lo que desean aún más determinadamente que antes en sus doctrinas. No existe el temor de Dios ante sus ojos.
La señal más exacta de un falso maestro y de una doctrina de Jezabel es apagar las advertencias proféticas y el rechazo a escuchar acerca del juicio. Ellos lo llaman abatimiento y sentencia. Ellos se ríen, se burlan y lo ridiculizan. Ellos no tienen respeto por ninguna advertencia negativa. Jeremías dice que tales pastores están ciegos y sordos. El Señor dice, !Obedeced… Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante" (Jer. 7:24-28).
Aquellos que enseñan la doctrina de Jezabel se dicen ser profetas. Pero existe una prueba para saber quien es profeta verdadero y quien es falso. Los profetas de Jezabel profetizan únicamente cosas buenas, solamente paz y prosperidad. "Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. Por tanto, así ha dicho el Señor de los Ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra. Así ha dicho el Señor de los Ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca del Señor. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros" (Jer. 23:14-17). Ellos no hacen que la gente se arrepienta de su impiedad. Ellos hablan de sueños y actúan tontamente en el púlpito. Son engañadores.



EL CONVENIO DE ACAB CON EL MUNDO

Acab se arrepintió con la predicación de Elías. El mensaje de Elías lo afectó profundamente. El rentó sus ropajes y caminó por unos momentos en humildad. Dios llamó a esto arrepen timiento. "¿No has visto como Acab se ha humillado delante de mi?" (I Re. 21:29). Desde ese día él pudo mirarse hacia atrás y decir, "¿Arrepentimiento? Sí. Bajo la predicación de ese gran profeta de Dios, Elías, en mi jardín de Jezreel…" Para él fue una experiencia única, no un diario caminar. No duró mucho. El problema era que él había hecho un pacto con el mundo. El estaba de acuerdo con el pecado. El había llegado a ser un hermano y amigo del mundo. "Hermano" aquí significa "afinidad", uno como yo, uno a quien respeto. El estaba en convenio con lo que Dios había maldecido. Y así el día de hoy, existe un arrepentimiento superficial. Pero ustedes darán marcha atrás si no rompen su pacto con el mundo.
Acab proclamó amar la verdad, pero en lo más íntimo él odiaba el ser reprendido. Acab y Josafat iban a ir a la guerra contra los Sirios. Cuatrocientos profetas falsos estuvieron predicando éxito: "Vayan y serán prosperados. Ustedes pueden lograrlo". Así permanece ahí el solitario profeta que estaba en contra de los cuatrocientos falsos. Escuchen la demanda de Acab por saber la verdad: "Y Micaías respondió: Vive el Señor, que lo que el Señor me hablare, eso diré. Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿Iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? El le respondió: Sube, y serás prosperado, y el Señor la entregará en mano del rey. Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre del Señor?" (I Re. 22:14-16). Sin embargo en su corazón él no quería escucharla; él la odiaba. Así que él encarceló al profeta.
Pastores, maestros y aquellos en la congregación, hoy en día dicen todos, "Queremos únicamente la verdad. Que se predique tal como es. Adelante. Vacíenla. No importa cuanto duela". Pero en sus corazones algunos están hirviendo,porque sus falsas doctrinas son expuestas "Esto es demasiado triste. Muy duro. No puedo soportarlo".
Acab estaba ciego ante el terrible hecho de que él estaba siendo guiado por espíritus de mentira. Este espíritu de mentira no era de Dios, sino bajo su mandato. Los espíritus malos y mentirosos deben ir o venir a su palabra. Ellos no son de Dios, pero son enviados por Dios, "el Señor ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas" (I. Re. 22:22-23).
Este espíritu de mentira causó que Sedequías, un profeta falso, se jactara de que el Espíritu de Dios estaba sobre él. El Espíritu mentiroso en él, pudo declarar honestamente, "El Señor me envió". Los espíritus mentirosos son muy persuasivos -"Le inducirás"- (I. Re. 22:22). Acab estaba ahora totalmente persuadido de que él estaba escuchando la voz de Dios y que regresaría victoriosamente.
Los cristianos atados por la doctrina de Jezabel están cien por ciento seguros de que ellos están bien. No pueden ver el engaño.Se les habla de properidad material y hasta ven resultados.
 Acab no se fue pensando, "Micaías está bien; él tiene la mente de Dios. Los cuatrocientos son falsos; ellos no tienen una palabra de Dios". No. El se fue totalmente convencido, totalmente engañado, totalmente seducido. El estaba convencido de que Micaías estaba equivocado y los cuatrocientos estaban bien.



¿POR QUE ALGUNOS CRISTIANOS CAEN EN TAL DECEPCION?

"He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis delante de mi en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?" (Jer. 7:8-10). Hay una respuesta.: Hay algún ídolo secreto en el corazón.(el dinero)  Una justificación de pecado (santificar la avaricia). Un caminar con el mundo. Una hermandad con el mundo. Luego vienen a la casa de Dios jactándose "No soy culpable". Esta es una invitación abierta a espíritus de mentira.

No hay comentarios:

Publicar un comentario