¿Qué es humanismo? Nos rodea por todas partes. Es el credo espiritual dominante de la mayoría de la sociedad occidental. Prolifera en los medios, en la educación, en la medicina - por todas partes. Y tristemente, ha infiltrado la iglesia a gran escala. En el pensamiento humanista, EL HOMBRE es el centro de todo, en vez de Dios. Todo gira alrededor del HOMBRE y como hacer que sea feliz. Hablar acerca del PECADO hace que la gente se sienta infeliz y culpable - por tanto es "equivocado" "juzgarles" al predicar contra el pecado. El humanismo es muy tolerante. "Ellos no hieren a nadie", dice. "Que hagan lo que desean". De hecho, la TOLERANCIA y la FELICIDAD DEL HOMBRE son las grandes mantras del humanismo. Entonces, ¿de qué manera ha invadido esta filosofía astuta la iglesia? - Bueno, cada vez que Ud. escucha a un evangelista que suena como un aviso comercial en la tele, Ud. está siendo testigo de la invasión del humanismo. Ud. escuchará cosas como: "Dios quiere dar a USTED una vida excitante. Dios quiere bendecir a USTED. Dios quiere quitar todos sus sufrimientos y darle una vida feliz." - Por supuesto que hay una verdad en esto. Pero lo que sucedió, es que el ENFASIS ha cambiado desde "salvación del pecado y del juicio" hacia "Dios quiere que Ud. sea feliz y bendecido". El enfoque ya no está en el hecho de que nuestros pecados ofenden a un Dios santo, y que la CRUZ es el único remedio. En cambio, el mensaje es más como un comercial para crema dental - usando a Jesús como un medio para dener una vida feliz y exitosa. El es visto como un medio para nuestros fines egoístas. Todo gira alrededor de "¿Qué beneficios puedo obtener de ello?"Como ha aprendido la industria de publicidad, hay mucho dinero y éxito en "eliminar lo negativo" y enfatizar solamente las cosas positivas y felices. Y muchos predicadores hoy parecen simplemente seguir esta corriente humanista - predicando principalmente "bendiciones y gracia", y olvidándose de la convicción del pecado y del "tomar su cruz". Porque no queremos ofender a nadie, ¿no es cierto? Pero Jesús y los apóstoles no fueron así. Ellos predicaban "pecado, justicia y juicio" en una manera muy directa y punzante. A menudo es claro que los oyentes fueron muy ofendidos - como con los profetas antiguos. Ellos predicaban un arrepentimiento verdadero, "contar el precio" y la pérdida de todas las cosas. Pero en muchas iglesias hoy, esta clase de discurso causará que nunca más volverán a invitarle. Y así la iglesia se vuelve abierta para el engaño. Dios no se preocupa por la felicidad del hombre en primer lugar. El está mucho más preocupado por nuestra SANTIDAD. Pero para muchos predicadores, "Gracia y bendiciones" son la receta para el éxito. Y muchos caminan ahora por este camino ancho y seductor. Un buen número de ellos han incluso aprendido a levantar su voz en una manera que Ud. PIENSA que están predicando de manera poderosa y desafiante. Pero cuando Ud. examina qué están diciendo realmente, normalmente es solo la fórmula de "bendiciones y emoción". La iglesia que se alimenta de una tal dieta de "azúcar y basura", pronto se volverá terriblemente "gorda" y tibia.
El apóstol Pablo escribió: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Tim.4:3). Nunca había un tiempo en la historia cuando esta Escritura se cumplió de manera más abierta que hoy. Tenemos MONTONES de maestros "divertidos". Tenemos conferencias sin fin. Tenemos a cualquiera dando cosquillas a los oidos de los cristianos y recibiendo buen pago por ello. Si les quitaramos la habilidad de causar "comezón de oir", la mitad de los predicadores (¡y profetas!) en Estados Unidos perderían su negocio de la noche a la mañana. Ellos se quedarían sin nada que decir. Ellos pasan casi todo su tiempo predicando de manera "agradable" y "emocionante" a los cristianos ingenuos que felizmente pagan su entrada, Y su ofrenda, Y su segunda ofrenda, Y DESPUËS compran el juego de cassettes por una cuota exorbitante.
"Dios siempre tenía Sus especialistas cuya preocupación principal fue el quebrantamiento moral, la decadencia en la salud espiritual de la nación o de la iglesia. Tales hombres fueron Elías, Malaquías, y otros de su tipo, que aparecieron en los momentos críticos de la historia para reprender y exhortar en el nombre de Dios y de la justicia... Un tal hombre era inclinado a ser drástico, radical, posiblemente a veces violento, y la multitud curiosa que se juntaba para verle obrar pronto le acusaba de extremo, fanático, negativo. Y en cierto sentido tenían razón. El fue sin doblez, severo, sin temor, y estas eran las cualidades que las circunstancias exigían. El ofendía a algunos, atemorizaba a otros, y enajenaba a un buen número; pero él sabía quien le había llamado y a qué fue enviado. Su ministerio estaba dirigido a la emergencia, y este hecho le marcaba como diferente, un hombre aparte."
El humanismo es en muchas maneras el "enemigo desapercibido" que está apoderándose de la iglesia hoy. Es un "evangelio del egoísmo" que nos está infiltrando con sutileza y astucia. Y a la gente les gusta. Les gustan hombres que saben hacerles reir, y evitan a aquellos que les hacen llorar. La filosofía dominante del occidente se está volviendo igualmente dominante en la iglesia. ¿Pueden encontrarse hombres y mujeres que se atreverán a "levantar una bandera" contra esta seducción ultra-popular, y predicar la verdad? ¿Existen predicadores que se atreverán a ofender a los hombres si fuera necesario, pero a Dios nunca? El momento tiene que llegar cuando se encuentren nuevamente tales profetas. Estoy orando que sea pronto, porque estamos realmente en una emergencia - tan mal o peor que muchas que eran antes. ¡Que se levanten los Juan Bautistas!
El apóstol Pablo escribió: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Tim.4:3). Nunca había un tiempo en la historia cuando esta Escritura se cumplió de manera más abierta que hoy. Tenemos MONTONES de maestros "divertidos". Tenemos conferencias sin fin. Tenemos a cualquiera dando cosquillas a los oidos de los cristianos y recibiendo buen pago por ello. Si les quitaramos la habilidad de causar "comezón de oir", la mitad de los predicadores (¡y profetas!) en Estados Unidos perderían su negocio de la noche a la mañana. Ellos se quedarían sin nada que decir. Ellos pasan casi todo su tiempo predicando de manera "agradable" y "emocionante" a los cristianos ingenuos que felizmente pagan su entrada, Y su ofrenda, Y su segunda ofrenda, Y DESPUËS compran el juego de cassettes por una cuota exorbitante.
"Dios siempre tenía Sus especialistas cuya preocupación principal fue el quebrantamiento moral, la decadencia en la salud espiritual de la nación o de la iglesia. Tales hombres fueron Elías, Malaquías, y otros de su tipo, que aparecieron en los momentos críticos de la historia para reprender y exhortar en el nombre de Dios y de la justicia... Un tal hombre era inclinado a ser drástico, radical, posiblemente a veces violento, y la multitud curiosa que se juntaba para verle obrar pronto le acusaba de extremo, fanático, negativo. Y en cierto sentido tenían razón. El fue sin doblez, severo, sin temor, y estas eran las cualidades que las circunstancias exigían. El ofendía a algunos, atemorizaba a otros, y enajenaba a un buen número; pero él sabía quien le había llamado y a qué fue enviado. Su ministerio estaba dirigido a la emergencia, y este hecho le marcaba como diferente, un hombre aparte."
El humanismo es en muchas maneras el "enemigo desapercibido" que está apoderándose de la iglesia hoy. Es un "evangelio del egoísmo" que nos está infiltrando con sutileza y astucia. Y a la gente les gusta. Les gustan hombres que saben hacerles reir, y evitan a aquellos que les hacen llorar. La filosofía dominante del occidente se está volviendo igualmente dominante en la iglesia. ¿Pueden encontrarse hombres y mujeres que se atreverán a "levantar una bandera" contra esta seducción ultra-popular, y predicar la verdad? ¿Existen predicadores que se atreverán a ofender a los hombres si fuera necesario, pero a Dios nunca? El momento tiene que llegar cuando se encuentren nuevamente tales profetas. Estoy orando que sea pronto, porque estamos realmente en una emergencia - tan mal o peor que muchas que eran antes. ¡Que se levanten los Juan Bautistas!
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